Esa expresión forma parte de cierta jerigonza al uso que solo sirve para desprestigiar la misa. Y por supuesto tampoco existe la "misa vieja".
En cambio sí que existe "la misa de siempre" que es aquella que se celebra por un sacerdote válida y lícitamente ordenado en comunión con Roma utilizando cualquier misal debidamente aprobado por la Santa Sede de cualquiera de los diversos ritos orientales u occidentales igualmente aprobados por la Iglesia.
Misas en las que, como siempre, se reactualiza el único sacrificio de Cristo y en las que el pan y el vino se convierten en verdadera Carne y Sangre de Cristo.
Micaelius, en Catholic.net.
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