Lo que el mundo llama adelanto-modernidad, muchas veces sólo es un milenario atraso.
El permisivismo, la revolución sexual, la pornografía, la fármaco-dependencia, pretenden liberarse de la Iglesia para volver a la barbarie de la selva.
Y es increíble y absurdo que haya católicos que inconscientemente apoyen tal barbarie..
Revista Jesús, Febrero 1990..
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