martes, diciembre 15, 2009

Satanás no descansa



Un tema de actualidad para comentar en este mensaje semanal, es el tema de los exorcismos, que va junto con el de la posesión diabólica, una posesión que, de hecho, se da en todos aquellos que viven en pecado y que por ello están posesionados por el enemigo; pero éste, teniéndolos seguros, los deja tranquilos, para que esa sociedad maligna pase desapercibida.
Mas, ahora, se han estado dando casos frecuentes de una evidente posesión, y muchas personas se acercan al sacerdote para pedirle un exorcismo. Y en realidad sí, se dan fenómenos que no tienen una explicación natural, como por ejemplo que algunos menores de edad manifiesten una fuerza extraordinaria; que alguien cambie el tono de su voz a un registro extremadamente bajo; que adivine los pecados ocultos o secretos del exorcista y los divulgue; que hable lenguas muertas que ignora, etcétera.
Cuando era yo Rector del Seminario, recuerdo que un estudiante (quien hoy ya es sacerdote), iba a San Marcos, Jalisco, a ejercer su apostolado cada fin de semana, y una vez regresó todo asustado y me relató que allá había encontrado a una pobre mujer anciana, postrada en su cama, a la cual, cuando un sacerdote se acercaba a rezar por ella o darle la bendición, asombrosamente se levantaba casi hasta tocar el techo de su habitación. Algo verdaderamente impresionante.
Ahora bien, cabe aclarar que no todos los sacerdotes están facultados para hacer exorcismos; es el Obispo quien tiene qué darles esa autoridad u otorgarles un nombramiento oficial permanente; o bien, para un caso determinado, designar a un sacerdote.
Los exorcistas deben de ser sacerdotes muy fuertes espiritualmente hablando, de ejemplar virtud y vida intachable, a fin de poder enfrentar al Demonio con autoridad moral y conminarlo en el nombre de Cristo, empleando para ello el crucifijo u otros objetos religiosos. Y generalmente no basta un solo exorcismo, sino que se requieren varias sesiones para poder expulsar al maligno.
En las películas que se han filmado sobre el tema, lo que ahí sucede está muy apegado a la realidad.
A este propósito, yo quiero dar un consejo, a través de este mensaje, sobre todo a los jóvenes, para que no le abran la puerta al Demonio, porque éste se mete y toma posesión de sus almas e incluso puede hacerlo de sus cuerpos. Sé que hay, por desgracia, quienes hasta lo invocan, lo cual es una aberración; creen firmemente en él y le rinden culto, acuden a celebraciones de misas satánicas. Y no estoy hablando de otros tiempos o lugares remotos, sino que esto sucede aquí y ahora, en Guadalajara.
Asimismo, hay juegos muy peligrosos que también son producto de la falta de fe en Dios, y que pueden generar efectos perniciosos, como ese de la famosa tabla “ouija”, donde es posible la influencia del espíritu maligno.
Debe quedar muy claro en la mente de todos los católicos, que el Demonio existe, es una realidad; consta en la Sagrada Escritura, que es revelación de Dios; sin embargo, aquél que está unido a Dios, el que trata de cumplir sus Mandamientos, el que ora y recibe los Sacramentos, estará lejos de la posesión demoníaca.
Finalmente, les recomiendo que lleven siempre una medalla de la Virgen, un pequeño crucifijo o cualquier otra imagen religiosa o símbolo de su fe al cuello; eso aleja al enemigo y puede ayudarlos positivamente en otros muchos aspectos.
Que Dios los bendiga.

Mensaje semanal del Cardenal Juan Sandoval Íñiguez.

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