viernes, junio 12, 2009

María como mediadora.

Las palabras de Pablo, que proclama que Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres, parecen el caballito de batalla de quienes se oponen a reconocer la mediación de María; en cambio, se trata de uno de los textos en que se funda dicha mediación. No es el único texto bíblico; mucho mas importante es lo que se refiere a la Maternidad divina y a la Maternidad de María respecto al Cuerpo místico.

También respecto a esta afirmación de María como mediadora, debemos partir de la fe de todo el pueblo de Dios.

Toda la historia de la Iglesia ( dos milenios) nos muestra como siempre a recurrido a María para obtener su intercesión en toda circunstancia de la vida. Pensemos en la oración mas antigua, el Bajo tu amparo ( Sub tuum praesidium), DEL TERCER SIGLO, en la antìfonas y continuas invocaciones en la liturgia; pensemos también en el Ave María y en los testimonios de exvotos, que se conservan en los santuarios marianos. El titulo de Mediadora es usado AL MENOS desde el siglo VI y se difunde sobre todo en el siglo XII.

Sin duda, el único mediador entre Dios y el Hombre es Jesucristo: “nadie va al Padre sino por mi”( Juan 14,6). Pero debemos precisar bien las palabras, para no espantarnos ante dificultades que solo son aparentes. Me explico. Todas las veces que usamos una misma palabra atribuyéndola a Dios y a una criatura humana, AUNQUE SEA LA MISMA, en realidad la usamos con un significado esencialmente diverso en uno y en otro caso.

Pongamos un ejemplo. El atributo divino típico es la santidad, Cuando yo digo que Dios es santo ( Tu solo eres Santo; solo Dios es santo) y luego digo que Pablo es santo, usamos la misma palabra: ‘santo”; pero el significado de este termino es radicalmente diversos en los dos casos. Dios es santo en sentido absoluto, originario: podríamos decir que Dios es la fuente de la santidad. San Pablo, en cambio, lo es en sentido relativo, esto es, limitado y dependiente; participa, por don de Dios, de la santidad divina; pero nunca podremos decir que Pablo es fuente de su santidad. Entendida esta diferente aplicación, es legitimo seguir diciendo que Pablo es santo.

La misma aplicación podemos hacer de la bondad, de la misericordia, de la perfección ( Sean perfectos como su Padre celestial): referidos a Dios, se tratan de atributos absolutos y originarios; referidos la hombre, se trata, en cambio de [participación de los atributos divinos, de modo limitado y dependiente. Así, cuando decimos que Jesús es mediador, entendemos este termino en sentido absoluto, originario, exclusivo. En cambio, cuando decimos que María es mediadora, usamos esta palabra en sentido relativo y subordinado. como participación de la única mediación de Cristo. Es el criterio que vale para todos los atributos divinos, Así entendida la palabra “mediadora” no nos asusta mas; no quita nada a la única mediación de Cristo, pro se clarifica su sentido.

Son mediadores los apóstoles, los misioneros, todos los que predican el Evangelio. Son mediadores los párrocos, los padres que educan a sus hijos a la fe cristiana. Es mediador todo bautizado que con su vida se esfuerza por testimoniar a Cristo. Jesús ha dicho: “sean mis testigos; quien los escucha a ustedes, a mi me escucha:. Toda forma de apostolado es mediación. Pero se trata, evidentemente, en todos los casos de una mediación subordinada y dependiente a la de Cristo.

Por lo que la mediación de María, por todo lo expuesto no nos debería de causar problemas, es mas es tan obvio, desde el mismo momento en que Dios decide hacerla Madre de su Hijo ( un atributo mas grande en María es ser la Madre de Dios y de ahí se derivan sus demás prerrogativas).

Articulo de Gabriel Amorth. Extraído de “Diálogos sobre María”

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