por Monseñor Fulton Sheen.
No hay muchas personas que odien a la Iglesia Católica. Sin embargo hay millones de personas que odian lo que erróneamente creen que la Iglesia Católica es—esto último, porsupuesto, es una cosa totalmente diferente.
Difícilmente se puede culpar a esos millones de personas por odiar lo católico creyendo, como creen, que los católicos “adoran imágenes;” que “ponen a la Virgen al mismo nivel que Dios;” que “dicen que las indulgencias son permisos para cometer pecados;” o porque “el Papa es un fascista;” o porque la Iglesia “defiende el Capitalismo.”
Si la Iglesia enseñara o practicara cualquiera de esas cosas, debiera ser odiada con justa razón, pero la verdad es que la Iglesia no enseña ni cree ninguna de esas cosas.
De esto se desprende que el odio de millones está dirigido a un concepto erróneo de la Iglesia y no a lo que la Iglesia verdaderamente es. De hecho, si nosotros los católicos creyéramos en todas las mentiras y falsedades que han sido dichas sobre la Iglesia muy probablemente odiaríamos a la Iglesia mil veces más de lo que la odian esos millones de personas mal informadas.
Si hoy yo no fuera católico y estuviera en búsqueda de la verdadera Iglesia, buscaría una Iglesia que no se lleve bien con el mundo; en otras palabras, buscaría una Iglesia que el mundo odie.
Es que, si Cristo estuviera en alguna de las iglesias de hoy día, debiera ser odiado tanto como lo fue cuando habitó la tierra en la carne.
Si encontraras a Cristo en una iglesia hoy, lo encontrarías en una iglesia que no se lleva bien con el mundo. Busca a la iglesia que es odiada por el mundo así como Cristo fue odiado por el mundo.
Busca una iglesia que sea acusada de estar pasada de moda como a Nuestro Señor se lo acusó de ser ignorante y falto de instrucción.
Busca una iglesia a la que los hombres desprecian por ser socialmente inferior, así como despreciaron a Nuestro Señor por ser nacido en Nazareth.
Busca una iglesia a la que se acuse de tener demonio, así como Nuestro Señor fue acusado de estar poseído por Belzebub, el Príncipe de los Demonios.
Busca una iglesia que el mundo rechaza por que reclama ser infalible, así como Pilato rechazó a Jesús porque El declaró ser la Encarnación de la Verdad.
Busca una iglesia que, entre la confusa selva de opiniones conflictivas, es amada por sus miembros así como aman a Cristo y respetan su voz así como respetan la voz de su Fundador.
Así crecerán tus sospechas de que esta Iglesia no condice con el espíritu del mundo y eso debe ser porque no es mundana, y si no es mundana es porque no es de este mundo.
Por no ser de este mundo le corresponde ser odiada infinitamente y amada infinitamente como ocurre con Cristo mismo.
La Iglesia Católica es la única Iglesia en pie hoy dia que puede trazar su historia hasta los días de Cristo. La evidencia histórica es tan clara en este aspecto que resulta curioso ver cuánta gente no se da por enterada de algo tan obvio.
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