viernes, junio 24, 2016

NUESTROS ADORADOS PERROS


NUESTROS ADORADOS PERROS

Por Felipe Gómez


Perros que parecen niños, que aúllan como si pronunciaran palabras, perros amados o incluso adorados por sus dueños, se han tomado las redes sociales.

Ya no podemos asegurar que el perro sea el mejor amigo del hombre, hoy, pareciera que es el hombre el mejor amigo del perro.

Les pagamos guarderías, alimentación costosa, ropas, joyas y coches para pasearlos. Tienen medicina prepagada, les hacemos trabajos odontológicos, acupuntura, masajes.
Concursan en pasarelas, viajan con nosotros en avión, a veces en primera clase, pagamos para que los saquen de paseo, y los educamos en escuelas de adiestramiento.

Creamos tiendas especializadas para alimentarlos, restaurantes, boutiques, salones de belleza.
Pagamos costosas cesáreas, les llamamos: "mis bebés, los niños de la casa o nuestros hijos".

Al morir algunos son enterrados en cementerios, les llevamos flores a sus tumbas, incluso los disecamos para poder gozar de su constante compañía o les hacemos monumentos.

Aprovechando la imagen del Papa, afirman algunos, que el santo padre dice ahora que existe el cielo para los perros. Que los veremos cómo angelitos ladrando y saltando a nuestro lado cuando abandonemos esta vida terrena.

Mis amigos y hermanos.
El perro desde tiempos inmemoriales, era un vigilante, un guardián y hasta un perseguidor de plagas. El perro era un cazador, un compañero fiel de trabajo, un pastor.
Que nos pasó? Porque se volvió un dios?

Nos duele el maltrato de un perro callejero, nos encanta ver como un perro que estaba en los huesos hoy tiene un hogar, pero dejamos a nuestros niños morir de hambre!
Les buscamos dueño, pero no nos conmueve la orfandad de miles de niños que no saben que es el amor de una familia.

En qué momento decidimos gastarnos hasta el último centavo en la manutención de una criatura de cuatro patas, pero le negamos alimentación, sueldos justos y calidad de vida a un celador, un obrero o una empleada de servicio? Porque tanto por un animal y tan poco por nuestros hermanos?

Qué pasó en nuestros corazones, para que fueran los animales, los dueños de nuestro más profundos sentimientos?

Es por su fidelidad? Acaso un bebé es infiel? Es por su cariño desinteresado? Acaso un niño quiere llevarse todos nuestros bienes materiales?

Moises descendiendo del monte Horeb, y se encontró al pueblo adorando un becerro de oro y rindiéndole sacrificios.
Cuidado! que no nos encuentre el Señor cuando regrese, adorando a nuestras mascotas, mientras dejamos morir de hambre a nuestros hermanos.

Amar a la creación es un comportamiento obvio, pues podemos descubrir en ella la mano del Creador. Pero ese nuevo panteismo en el cual nos atrevemos a endiosar a un perro, está muy, pero muy mal.

No adoremos a nadie más que a Dios. No pongamos nuestro corazón sino en El.
No nos sigamos haciendo ídolos de barro, consintiendo a nuestra mascota, mientras somos capaces de negarle una caricia y el buen trato a nuestro prójimo, quien sí han sido creado a imagen y semejanza de Dios.

bríndele cuidados, trátelo bien, pero nunca olvide que el hombre, el anciano, ese niño abandonado, ese mendigo, su propia familia olvidada, vale miles de veces más que ese animal a quien nos hemos atrevido a llamar nuestro mejor amigo.

Que yo recuerde, es Jesús nuestro mejor amigo y no un animal. Y todo lo que hagamos hacia cualquier ser humano, es al mismo Dios a quien se lo estamos haciendo.

Dios nos bendiga

No hay comentarios.: