lunes, marzo 21, 2011

El Bautismo y nuestra salvación.

Por Carlos Rosendi.

Nuestra salvación depende de muchas cosas y no solamente de bautizarnos. Muchas sectas van por el mundo invitando a gente a una comida (he visto esto en las Filipinas) con la condición de que antes de comer declaren “creo en Jesucristo” y sean bautizados. El bautismo no es una marca mágica que nos hace invulnerables al pecado o al juicio de Dios. Tal cosa le resulta obvia a cualquiera que haya leído las Escrituras. Una buena lista de los “elementos” que hacen a la salvación sería la respuesta a la pregunta: ¿Cómo recibo la salvación, justificación, nuevo nacimiento y vida eterna en Cristo Jesús?



He aquí una posible lista de “elementos”.

§ Por medio de creer en Cristo (Juan 3:16; Hechos 16:31)

§ Por medio del arrepentimiento (Hechos 2:38; 2 Pedro 3:9)

§ Por medio del bautismo (Juan 3:5; 1Pedro 3:21; Tito 3:5)

§ Por obra del Espíritu Santo (Juan 3:5; 2 Corintios 3:6)

§ Por medio de la declaración de nuestra fe (Lucas 12:8; Romanos 10:9)

§ Por medio de conocer la verdad (1 Timoteo 2:4; Hebreos 10:26)

§ Por obras (Romanos 2:6,7; Santiago 2:24)

§ Por cumplir los mandamientos (1 Corintios 7:19)

§ Por bondad inmerecida o gracia (Hechos 15:11; Efesios 2:8)

§ Por la sangre sacrificial de Cristo (Romanos 5:9; Hebreos 9:22)

§ Por la justicia o santidad de Cristo (Romanos 5:17; 2 Pedro 1:1)

§ Por el sacrificio en la cruz (Efesios 2:16; Colosenses 2:14)

Nota que la Biblia no nos lleva a “esto o aquello” como respuesta a esta pregunta tan importante. Ninguno de estos elementos es sobrepujante hasta el punto de anular a todos los demás, ninguno de ellos puede ser eliminado, bastando los otros para hacer el trabajo de nuestra salvación. Cada vez que nos enfrentamos a las dicotomías “por fe o por obras”, “por esto o por aquello” no estamos pensando bíblicamente. La totalidad de la salvación humana es obra de Dios y no es algo simple, reducible a una ecuación. Así como no podemos reducir la creación del mundo material a una fórmula química, la creación espiritual que enseña el cristianismo no puede ser reducida a una simple definición estatuoria del tipo “cree en Jesucristo y serás salvo”. Es obvio que los demonios creen en Jesucristo y no son salvos por eso, y que una fe sin obras no sirve para la salvación; ni las obras sirven para nada si no tenemos la fe. El creer debe estar en consonancia con el resto de nuestra vida y con el propósito último de Dios y de su Reino.

jueves, marzo 03, 2011

¿Biblia en mano? contestación a un protestante.

Yo no tengo Biblia en mano, tengo la Palabra de Dios, Jesucristo, en mi corazón.
Si tú quieres vivir con una Biblia en la mano, ese es tu problema. Yo prefiero al Verbo hecho Carne en mi Corazón y comulgarlo en la Eucaristía.

Lancelot, moderador de Catholic.net.