viernes, noviembre 13, 2009

Pasodoble de la Cruz.

Miles, oyendo este pasodoble me imaginaba que yo era un torero.
Y la Bestia, de pronto, sale de toriles, resoplando como una locomotora de vapor. La recibo de rodillas con una larga cambiada, me pongo de pie, cinco verónicas rematándolas con una media verónica.

Luego cuatro chicuelinas ceñidísimas. Desplante y mirada al tendido. Con la muleta, como la Bestia está todavia entera y no humilla, unos pases de castigo, en genuflexión y obligando a la Bestia humillar la testuz, cito a la Bestia, la embebo, y la dejo en su sitio.

Cinco pases igual. Cojo la muleta y empiezo la faena con la derecha, Cito de lejos, se arranca, y empapada en la muleta la dejo presta para otro muletazo. Embebida la Bestia y yo citándola ,prendiéndola en la franela y dejándola en el sitio justo...y así cinco pases.

Remato con un pase de pecho largo y sentido, como el que arrepentido se da golpes de pecho y pide perdón y ayuda al Cristo de la Buena Muerte, citándola con un "¿Dios y la Virgen es superior a ti?".

Me pongo la muleta en la izquierda y empiezo con los naturales. De frente. Nada de perfil. De frente, las piernas abiertas, y adelantando la muleta. Acabo con otro pase de pecho más sentido que el anterior de derecha, desplante, mirada al tendido, y yo junto a mi ángel de la guarda, nos acercamos a la barrera a buscar la Cruz del estoque.

Suenan los clarines.....Perfilo a la bestia, y el ángel de la guarda me sussurra al oido. "Sta Teresa de Avila y la Virgen me acaban de decir que al volapié, que sólo Dios basta".

Miro los pitones, miro el morrillo, doblo la pierna izquierda, levanto la Cruz del estoque, apunto en todo lo alto, adelanto la muleta citando a la Bestia, los pies giran en el aire y la Cruz penetra hasta el INRI, y la Bestia, tras dos tropiezos, cae fulminada.

En el ruedo es un batir de alas blancas, que son los espectadores angélicos, y Cristo desde el palco me concede las dos orejas y el rabo. Paseo triunfal y entrada por la Puerta Grande, al grito de: "¡Católico, católico, católico!"

Y aquí acabó el pasodoble de la Cruz. Gracias Miles.

Este ha sido un sueño, sólo un sueño, que quiero sea realidad. Que Dios me dé la Gracia de la Perseverancia final, y espero y sé que será cierto, que la primera persona que veré al moririme es a mi Madre del Cielo, con los brazos abiertos, diciéndome:"VEN conmigo y no seas tan terco, que te voy a presentar a mi Hijo Jesúsz, y El, con el Esp. Sto, te presentarán a tu ABBA. ¡¡¡¡¡ABBA TE AMO Y NO SË CÖMO AMARTE..AYÜDAME!!!

Por Tomas Bertrán Mercader.


Extraido del foro de Catholic.net:

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